¿Por qué ciertas personas padecen alergias y otras no?, ¿por qué algunos niños alérgicos dejarán de serlo en la adultez?, ¿si mis padres tienen alergias, también las tendré yo?, ¿por qué no todos los miembros de una familia desarrollan las mismas alergias?, ¿se nace o se hace alérgico? Estas y más preguntas rondan la mente de cientos de pacientes alrededor del mundo que buscan comprender por qué padecen los molestos, y a veces peligrosos, síntomas de una alergia. En este artículo intentaremos explicar algunas de estas interrogantes para brindar un panorama claro del porqué de las alergias.
Aunque hoy en día la medicina ha avanzado mucho encontrando respuestas y tratamientos a las enfermedades de este tipo, lo cierto es que aún queda mucho por descubrir. Es completamente válido tratar de comprender mediante la observación de la cotidianidad, pues estas mismas dudas se plantean los especialistas, y es que las alergias parecen no seguir reglas claras.
Es cierto, una persona que en su infancia tuvo alergia al césped puede curarse por sí sola, pero también es posible desarrollar reacciones alérgicas en cualquier momento de nuestras vidas. Por otra parte, es claro que los hijos de padres alérgicos pueden o no presentar alergias. La razón tiene que ver con dos factores centrales: el ambiente y la herencia.
El ambiente
Continuamente nos exponemos a elementos del medio ambiente que el sistema inmunitario de un alérgico percibe como amenazas. El polvo, los pólenes, los ácaros, la piel de animales, algunos medicamentos o comidas e incluso el frío son capaces de hacernos reaccionar de forma exagerada. Algunos especialistas afirman que la continua exposición a estos elementos llamados alérgenos es un factor de riesgo para el desarrollo de alergias, especialmente en la infancia. Pero otros aseguran que para desarrollar un sistema inmunitario fuerte y sano debemos tener contacto normal a fin de desensibilizarnos.
La herencia
La genética sí es un factor de predisposición, pero no determinante. Es decir, la herencia influye directamente en si padeceremos alergias, pero la última palabra la tiene el organismo de cada individuo. Es por eso que una persona con padres alérgicos puede tener alergias, mientras que sus hermanos no, pues su sistema inmunitario y su relación con el ambiente son distintos.
El estilo de vida
Sin duda el estilo de vida también es un factor considerable, pues un sistema inmunitario débil será más propenso a desarrollar anomalías. Por ejemplo, alguien con una alimentación poco saludable y que fuma mucho tendrá las defensas bajas y su sistema respiratorio debilitado, lo cual lo convertirá en un candidato ideal. Pero hay algo curioso, pues se ha afirmado que el estilo de vida actual empeñado en mantenernos siempre sanos tampoco es bueno; por absurdo que parezca algunos médicos creen que el sistema inmunitario se “aburre” al no encontrar contra qué defendernos y empieza a percibir como amenazas elementos cotidianos.
Marcha atópica
A la secuencia con que se presentan las enfermedades alérgicas se le denomina «marcha atópica o marcha alérgica», y se refiere a la progresión, al parecer predeterminada, de la historia natural de aparición de este grupo de enfermedades y se manifiesta gradualmente durante varios años, aunque en algunos casos desaparecen con el tiempo, en otros casos progresan en severidad.
Una de las cosas que más inquietud causa es la capacidad de las personas de sanar sus alergias con el paso del tiempo. ¿Por qué sucede esto? Lo más probable es que se trate de un proceso de desensibilización, producto del desarrollo natural. Se trataría del mismo mecanismo empleado en la inmunoterapia, en la cual poco a poco el paciente se va exponiendo al alérgeno y reconociéndolo como inofensivo.
Por lo regular esta evolución o marcha atópica se inicia desde la infancia, aunque la aparición de nuevas alergias puede ocurrir en cualquier etapa de la vida.
Sin duda, el tema de las alergias es tan fascinante como misterioso y seguramente en los próximos años iremos comprendiendo cada vez más por qué tenemos alergias.
